jueves, 12 de julio de 2012

Bruselas con su estilo Art Nouveau


Si alguna vez una que ciudad podría reclamar doble personalidad, es Bruselas. Lo francés frente al flamenco. Lleno de contrastes, contradicciones e intriga, se trata de una ecuación multicultural que va mucho más profundo que solamente burocracia y los eurócratas. Una reliquia histórica de una época primordial en la humanidad. La capital seduce como una de las incógnitas de Europa Occidental. Bruselas es una ciudad de la buena comida, café de cultura, de la arquitectura Art Nouveau y lo surrealista. Coge una silla y únase a los locales  laissez-faire que valoran la atmósfera informal de la ciudad.
Y los rangos de la arquitectura de edificios monumentales, como la Grand Place de fachadas Art Nouveau y orgánicos de la vida real de la UE de la ciudad de Gotham. Constante entre todo esto está la calidad de la vida cotidiana - el centro comercial es genial, la comida de todos los restaurantes, las tiendas de chocolate es sublime y la escena pub extraordinaria.


Durante mucho tiempo, Bruselas no ha salido de su manera de impresionar, pero su período como Capital de la Cultural de Europa en el año 2000 vio la ciudad en su máximo esplendor y se pulió en una oleada que trajo nueva vida a los edificios históricos y calles en decadencia. Un nuevo espíritu, poco menos que de de arrogancia, surgió, en lugares no solo históricos, sino también llenos de belleza e interés y la regeneración del centro de la ciudad. Más de una década después, en Bruselas se ve mejor que nunca.


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