martes, 21 de mayo de 2013

Albarracín: naturaleza y la historia.

Albarracín es una pequeña localidad en el suroeste de la provincia de Teruel, de unos 1.097 habitantes. Quien visite Albarracín, vivirá días de tranquilidad en la naturaleza, paseos por el casco histórico y disfrutará una gastronomía inmejorable.  Veamos que nos ofrece este municipio.

La Ciudad de Albarracín en si es su principal atractivo. Fue declarada Monumento Nacional desde 1961, además de bien de interés cultural. Se encontrarán calles estrechas y muy bien conservadas, donde se puede apreciar la arquitectura popular y materiales de la zona, como es la forja.


Las murallas datan del siglo V, y son visita obligada para cualquier viajero que pase por aquí. Las Torres del Andador y la Torre de Doña Blanca son los puntos más importantes de esta muralla. Desde este punto, las vistas son impresionantes y son un trozo de historia que vale la pena visitar. 

Las rutas de senderismo son muy interesantes. Existen varias rutas, pero una de las más interesantes es la Ruta de las Pinturas Rupestres. Se trata de un recorrido de 15km, de una dificultad media y de una duración aproximada de cuatro horas. Otra ruta interesante es la que nos acerca al Río Guadalaviar. A su paso por Albarracín, el agua tiene una temperatura fría pero es muy pura, ideal para la pesca de trucha.



La localidad tiene varios restaurantes de diferentes precios, pero con los mejores platos típicos elaborados de la manera más tradicional. La gastronomía de Albarracín se compone de platos como los huevos con jamón, setas, trucha, caldereta de cordero, estofado de ciervo, jamón serrano, ceniza y otros embutidos. 

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