viernes, 15 de febrero de 2013

Trujillo, el Pueblo más bello de España


Dice una de sus canciones populares “…Trujillo es el pueblo más bello de España, aquel que lo dude que pasé por El, que venga y compruebe que a nadie se engaña…” Y es verdad que cuándo visitas Trujillo ves que nada tiene de exagerado la canción, pues posee un riquísimo patrimonio monumental que se extiende por sus calles con tal armonía y naturalidad que es capaz de embelesar a cualquiera de sus visitantes.


Las calles de Trujillo murmuran historia, pues en ellas personajes tan importantes como los Reyes Católicos firmaron tratados y acuerdos que marcaron el rumbo de España, tal fue la importancia de esta Villa que en 1430 Juan II de Catilla le concedió el título de ciudad, y de 1528 a 1804 fue la única capital provincial de Extremadura. Amén de este importante detalle Trujillo fue quien vio nacer a Francisco Pizarro y a Francisco Orellena, conquistador de Perú y descubridor del río Amazonas respectivamente, es lógico pues entender la riqueza de esta Ciudad donde vivían muchas de las familias más relevantes del País. Esto es palpable sobre todo en la zona del recinto amurallado al que puedes entrar por cualquiera de las cuatro puertas que actualmente se conservan de las siete que originales, sus estrechas calles conservan su trazado y su pavimento y con ello su encanto, que entre palacetes, iglesias, casas señoriales, ascienden hasta su Castillo, levantado en la parte más alta de la ciudad, tiene entre sus almenas una preciosa vista, y el honor de ser el altar que los Trujillanos eligieron para guardar la talla de la Virgen de la Victoria Patrona a la que veneran con fervor, el actual castillo fue alcazaba árabe, construido entre el siglo IX y el siglo XII es el edificio más antiguo del conjunto histórico.

Con el crecimiento de la población, poco a poco la Ciudad se fue extendiendo fuera del recinto amurallado uno de los lugares principales que se formaron fue la actual Plaza Mayor que, después de la vuelta de algunos de los numerosos hombres que marcharon a América, fue engalanada por majestuosos palacios. En ella se ubica la Iglesia de San Martin que es para los Trujillanos una de las más importante pues en ella tienen lugar las celebraciones religiosas en honor a la Virgen de la Victoria durante las fiestas Patronales. Preside la Plaza una estatua ecuestre de Francisco Pizarro su hijo más ilustre, y allí en la plaza mayor apoyado en la cantería de su fuente central, frente a Pizarro tras de él la escalinata de la iglesia de San Martín, con las arquerías y de fondo su muralla y el Castillo a los pies de su Patrona, es donde el visitante encuentra la vista más característica y bonita que este lugar le ofrece. Un dato curioso es que el balcón del Palacio de la Conquista, que se encuentra en esta Plaza es el que salía en las antiguas monedas de 50 pesetas.


Saliendo por cualquiera de las calles que abre la Plaza Mayor Trujillo te ofrece encanto y belleza, de la mano de múltiples monumentos, destacamos algunos: Ruinas de la Iglesia de Santo Domingo. Iglesia de Santiago;Iglesia de Santa María la Mayor; Iglesia y convento de San Francisco; Convento de Santa Clara; Iglesia y convento de San Miguel; El Parador; Iglesia y hospital de la Caridad; Casa-museo de Pizarro; Museo de la Coria (fundación Javier de Salas);Palacio de los Marqueses de la Conquista; Judería; Palacio de los Orellana-Pizarro; Palacio de los Duques de San Carlos; Palacio del Marquesado de Piedras Albas; Casa fuerte de los Escobar; Palacio de Santa Marta; Casa fuerte de los Altamirano; Palacio de los Barrantes-Cervantes; Palacio municipal o alhóndiga, y un largo etcétera que se descubre al turismo entre las antiguas piedras que forjan un paraíso monumental.

A su atractivo hay que sumar las diversas Fiestas Populares que aquí se celebran, Las fiestas en honor a la Victoria, sus fiestas Patronales, en ellas es especialmente emotivo el canto de La Salve en la noche del primer Sábado del mes de Septiembre; A principios de Mayo se celebra la feria del Queso que concentra cada año un mayor número de turistas. Además su numerosas Iglesias se visten de gala para celebrar su grandiosa Semana Santa con variadas tallas que procesionan por un marco incomparable, y dotan a estas fiestas de una belleza exquisita, especial mención merece El Domingo de Resurrección en el que Trujillo celebra su famoso “Chiviri” declarada fiesta de interés nacional, la singular forma de celebrar el Domingo de Pascua de los trujillanos cuenta cada vez con más seguidores.

Y así es que, la relevancia, la belleza, la cultura y la historia heredada de un fascinante pasado hace que sea Trujillo, un tesoro del presente.

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