Dice una de sus canciones
populares “…Trujillo es el pueblo más bello de España, aquel que lo dude que
pasé por El, que venga y compruebe que a nadie se engaña…” Y es verdad que
cuándo visitas Trujillo ves que nada tiene de exagerado la canción, pues posee
un riquísimo patrimonio monumental que se extiende por sus calles con tal
armonía y naturalidad que es capaz de embelesar a cualquiera de sus visitantes.
Las calles de Trujillo murmuran
historia, pues en ellas personajes tan importantes como los Reyes Católicos
firmaron tratados y acuerdos que marcaron el rumbo de España, tal fue la
importancia de esta Villa que en 1430 Juan II de Catilla le concedió el título
de ciudad, y de 1528 a 1804 fue la única capital provincial de Extremadura. Amén de este importante
detalle Trujillo fue quien vio nacer a Francisco Pizarro y a Francisco Orellena,
conquistador de Perú y descubridor del río Amazonas respectivamente, es lógico
pues entender la riqueza de esta Ciudad donde vivían muchas de las familias más
relevantes del País. Esto es palpable sobre todo en la zona del recinto
amurallado al que puedes entrar por cualquiera de las cuatro puertas que
actualmente se conservan de las siete que originales, sus estrechas calles conservan
su trazado y su pavimento y con ello su encanto, que entre palacetes, iglesias,
casas señoriales, ascienden hasta su Castillo, levantado en la parte más alta
de la ciudad, tiene entre sus almenas una preciosa vista, y el honor de ser el
altar que los Trujillanos eligieron para guardar la talla de la Virgen de la
Victoria Patrona a la que veneran con fervor, el actual castillo fue alcazaba
árabe, construido entre el siglo IX y el siglo XII es el edificio más antiguo
del conjunto histórico.
Con el
crecimiento de la población, poco a poco la Ciudad se fue extendiendo fuera del
recinto amurallado uno de los lugares principales que se formaron fue la actual
Plaza Mayor que, después de la vuelta de algunos de los numerosos hombres que
marcharon a América, fue engalanada por majestuosos palacios. En ella se ubica
la Iglesia de San Martin que es para los Trujillanos una de las más importante
pues en ella tienen lugar las celebraciones religiosas en honor a la Virgen de
la Victoria durante las fiestas Patronales. Preside la Plaza una estatua
ecuestre de Francisco Pizarro su hijo más ilustre, y allí en la plaza mayor
apoyado en la cantería de su fuente central, frente a Pizarro tras de él la
escalinata de la iglesia de San Martín, con las arquerías y de fondo su muralla
y el Castillo a los pies de su Patrona, es donde el visitante encuentra la
vista más característica y bonita que este lugar le ofrece. Un dato curioso es
que el balcón del Palacio de la Conquista, que se encuentra en esta Plaza es el
que salía en las antiguas monedas de 50 pesetas.
Saliendo
por cualquiera de las calles que abre la Plaza Mayor Trujillo te ofrece encanto
y belleza, de la mano de múltiples monumentos, destacamos algunos: Ruinas de la Iglesia de Santo Domingo. Iglesia de
Santiago;Iglesia de Santa María la Mayor; Iglesia y convento de San
Francisco; Convento de Santa Clara; Iglesia y convento de San Miguel; El
Parador; Iglesia y hospital de la Caridad; Casa-museo de Pizarro; Museo de la
Coria (fundación Javier de Salas);Palacio de los Marqueses de la Conquista; Judería;
Palacio de los Orellana-Pizarro; Palacio de los Duques de San Carlos; Palacio
del Marquesado de Piedras Albas; Casa fuerte de los Escobar; Palacio de Santa
Marta; Casa fuerte de los Altamirano; Palacio de los Barrantes-Cervantes;
Palacio municipal o alhóndiga, y un largo etcétera que se descubre al turismo
entre las antiguas piedras que forjan un paraíso monumental.
A su atractivo hay que sumar las
diversas Fiestas Populares que aquí se celebran, Las fiestas en honor a la
Victoria, sus fiestas Patronales, en ellas es especialmente emotivo el canto de
La Salve en la noche del primer Sábado del mes de Septiembre; A principios de
Mayo se celebra la feria del Queso que concentra cada año un mayor número de
turistas. Además su numerosas Iglesias se visten de gala para celebrar su
grandiosa Semana Santa con variadas tallas que procesionan por un marco
incomparable, y dotan a estas fiestas de una belleza exquisita, especial
mención merece El Domingo de Resurrección en el que Trujillo celebra su famoso
“Chiviri” declarada fiesta de interés nacional, la singular forma de celebrar
el Domingo de Pascua de los trujillanos cuenta cada vez con más seguidores.
Y así
es que, la relevancia, la belleza, la cultura y la historia heredada de un
fascinante pasado hace que sea Trujillo, un tesoro del presente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario