En el post de hoy, os proponemos dejar el bikini y el bañador por unas horas y vestiros con ropa de montaña, para conocer un paraje sorprendente: la Selva Nublada.
Este tipo de lugares están situados en una altura concreta, que se sitúa desde los 800 metros sobre el nivel del mar hasta los 2.500 metros. Son cordilleras montañosas, que condensan el vapor de agua de tal manera que la selva queda envuelta por una nubosidad que cubre el paraje en su totalidad.
Estas selvas suponen un paréntesis a nivel climático. La temperatura media que se vive allí se sitúa entre 20 y 19 grados, por lo que el viajero no sufre ni el calor elevado que suele caracterizar a las selvas, ni el frío de los Andes.
Antes de visitar la Selva Nublada, hay que tener en cuenta la hora de la visita. En las madrugadas y las tardes, nos encontraremos con las nubes envolviéndolo todo. Durante las horas de más sol, las nubes se disipan. Tanto en un momento como en el otro, visitar este paraje es toda una experiencia. El ambiente que crean las nubes es muy curioso y cuando estas se disipan, se puede apreciar el verde intenso y la variedad de vegetación que nace provocada por la humedad.
¿Te animas a conocer esta parte de Venezuela?
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