Hasta hace unos años, este pequeño paraíso era un secreto que conocían algunas personas. Era una cala donde se respiraba tranquilidad, ideal para aquellas personas que huyen de unas playas populares y muy concurridas. El ambiente era relajado y silencioso, y te podías olvidar absolutamente de todo. Esto no ha cambiado tanto, pero si que es verdad que esta cala cada año es más y más popular. Quizás el motivo sea que muchos famosos y celebridades han escogido este pequeño municipio y sus alrededores, como su nuevo sitio de vacaciones.
Por este motivo, los mejores meses para visitar son septiembre y octubre. Sigue haciendo buen tiempo, pero no hay tanta afluencia de gente.
Cala Deià es digna de visita tanto por sus aguas cristalinas y puras, como por su entorno. Está rodeada de pequeños acantilados con mucha vegetación, especialmente pinares. En uno de los extremos de la cala, encontramos unas pequeñas muy antiguas, un embarcador, y un bar restaurante donde picar algo.
No es una cala adecuada para niños pequeños, ya que es de grava y roca y su fondo de mar es muy irregular y rocoso.
Se recomiendo realizar el último tramo hasta la cala dando un paseo, tanto por comodidad como por disfrutar del entorno de Deià. Durante un kilómetro,se seguirán los caminos des Ribassos y Sa vinyeta que nos conducirán directamente al paraíso.
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