Ubicado entre Atlántico y
Mediterráneo, atravesando la cadena del Atlas que culmina al sur en el desierto,
Marruecos es un país que se muestran la belleza de la naturaleza, matices,
relieves, temperaturas, panoramas múltiples, y además miles de tradiciones,
mezclando una cultura rica y diversa.
En Casablanca, una de sus
principales ciudades, logra presumir de alojar la tercera mezquita más grande
del planeta. Edificada en honor al rey Hassan II, la mezquita se encumbra sobre
el mar constituyendo un extraordinario edificación que logra hospedar a más de
25.000 creyentes, sin contar con el espacio de las azoteas. Además está perfeccionada
por un minarete (torre en donde son llamados los musulmanes hacer oración) de 200 metros de altura.
Además el aposento de oración sobresale por su monumental tamaño y por su lujosa
decoración, donde destacan las tallas de madera y adornos de estuco. Miles de
artesanos se ocuparon para obtener este maravilloso resultado.
Tierra del Islam en donde se combinan
las tradiciones muy consolidadas de la cultura berberisco y árabe. Marruecos de
en la actualidad la que brinda en sus localidades mestizaje de influencias si también
incluimos entre la lista de culturas a los cristianos, así como todos aquellos
que durante siglos han vivido las tierras protegidas de las montañas del Rif y
del Atlas. En el centro de la ciudad como en todos los países, viven las tradiciones
antiguas - tradiciones en las que se ejercitó colectivamente la fe coránica, que
da un sentido de divinidad a los gestos más cotidianos.
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